CEO de Unity renuncia después de una gran controversia

El CEO de Unity renuncia tras una gran polémica

Unity Technologies ha anunciado que John Riccitiello, el presidente, CEO y presidente de la compañía de motores de juego, ha renunciado a la mayoría de sus responsabilidades con efecto inmediato. Su renuncia llega poco después de que Unity realizara cambios de precios controvertidos que molestaron a muchos desarrolladores de juegos. Unity posteriormente revirtió algunos de los cambios.

Riccitiello, ex CEO de Electronic Arts, será reemplazado por James M. Whitehurst, quien asume como CEO interino. Unity está llevando a cabo una “búsqueda exhaustiva” para encontrar un CEO permanente que lidere la compañía en el futuro. Whitehurst es el ex presidente de IBM.

Riccitiello se convirtió en CEO de Unity en 2014. La compañía salió a bolsa con una OPI en 2020, y desde entonces, el precio de sus acciones se ha desplomado. Este permanecerá a bordo en un papel asesor durante el proceso de transición.

“Espero apoyar a Unity durante esta transición y seguir el éxito futuro de la compañía”, dijo Riccitiello en un comunicado.

Whitehurst recibirá un salario base de $1,12 millones y una recompensa de 200,000 opciones sobre acciones como parte de su papel como CEO interino. Mientras tanto, Riccitiello recibió una bonificación al salir. Se le ofreció un período de ejercicio extendido de cinco años para ejercer cualquier capital propio que tenga en Unity. Roelof Botha, presidente de la junta directiva de la compañía, dijo que se le otorgó esto a Riccitiello “por todo lo que ha hecho por Unity…”. Sin embargo, Riccitiello rechazó la extensión de ejercicio.

Riccitiello seguirá recibiendo su salario estándar durante la transición.

En septiembre, Unity anunció una nueva “tarifa de tiempo de ejecución” que se basaría en la cantidad de veces que se instala un juego hecho con Unity. Tras una ola de críticas, Unity revirtió algunas de las nuevas políticas y algunos desarrolladores volvieron a bordo, mientras que otros se mantuvieron escépticos y críticos. Unity afirma que su motor impulsa aproximadamente la mitad de todos los videojuegos, por lo que cualquier movimiento comercial que la compañía realice tiende a generar mucho revuelo.

En 2022, Riccitiello llamó “idiotas de mierda” a los desarrolladores que no incluyeron microtransacciones en sus juegos. Más tarde se disculpó.